Zulma Mariela Bustos tiene 53 años y actualmente se encuentra prácticamente en estado de abandono. La mujer pesa 300 kilos y vive en una habitación prestada en una casa precaria en el barrio Villa Hipódromo de Rawson, San Juan, pero está a punto de quedar en la calle, por lo que pide ayuda.
Todo comenzó luego de la muerte de su marido, momento en el que sus suegros la corrieron de la vivienda en la que estaba. Entró en depresión luego de eso y dejó de trabajar como empleada doméstica. Desde hace seis años que no puede caminar a causa de su peso y deberá abandonar la habitación que ocupa dentro de diez días.
Sólo uno de sus hijos y una tía se hicieron cargo de sus cuidados y lanzó un pedido desesperado para que alguien la ayude a salir de su situación. “Estoy cansada, quiero salir de acá. Veo a la gente pasar por la puerta y quiero ir, caminar”, reveló la mujer en declaraciones a Tiempo de San Juan.
Zulma padece de obesidad mórbida, enfermedad por la que ya tuvo tres paros cardiorrespiratorios de los cuales pudo salir. Luego de salir de su última internación en el Hospital Marcial Quiroga, sus hermanos le habían prometido ayudarla, pero no fue así.
Bustos contó que de sus dos hijos hay uno que se encuentra privado de su libertad y el otro cumple con realizar sus trámites y trabaja como recolector de residuos. El muchacho cuida a su madre y además se encarga de sus cuatro hijos y su esposa, que padece cáncer. Pese a que entiende que su hijo no puede estar con ella por las cuestiones propias de su vida, se lamenta: “Estoy acá sola, mirando el teléfono entre estas cuatro paredes”.
Su tía y su hijo se encargan de cambiarla y darle de comer. Contó que la pensión que cobra no le alcanza, por lo que sólo puede seguir la dieta recomendada por la nutricionista durante los primeros días, luego se queda sin dinero.
Dónde vivir
Zulma necesita un sitio para vivir en el que puedan asistirla los médicos. Actualmente ocupa una habitación que le prestó su tía, Virginia Bravo. La vivienda es de material y adobe, tiene techo de caña, piso de tierra, no tiene ventanas y cuando llueve, todo se moja.
A todo esto deberá irse en unos diez días porque su sobrino será padre y necesitará la habitación para que sea el lugar para su bebé.
Previamente, Zulma vivía en el Lote 5, también en Rawson. Ese lugar era prestado por una amiga, que también le pidió que se fuera. “Ese día me tuvieron que subir a un flete con todas las cosas para poder traerme acá. Lloré todo el camino”, recordó.
Para finalizar, deseó: “Lo único que quiero es dejar de andar de un lado para el otro para poder hacer la dieta tranquila y que me hagan la cirugía bariátrica”. Es así que continúa la búsqueda de la mujer que pesa 300 kilos y busca ayuda para no terminar en la calle.