En las últimas horas renunció el primer ministro italiano, Mario Draghi. Su decisión se conoció luego de que el Movimiento Cinco Estrellas, socio clave de la coalición de gobierno, no los acompañó en una votación clave. La postura del presidente Sergio Mattarella fue la de no aceptar la renuncia.
Italia está inmersa en una nueva crisis política. La tercera potencia económica de la eurozona podría atravesar un proceso de adelantamiento de elecciones, según reconocen especialistas.
De igual modo, Mattarella no dio el brazo a torcer en esta cuestión y detuvo la salida de Draghi. Incluso invitó al actual primer ministro a presentarse ante el parlamento para hacer una declaración. Es por eso que la próxima semana se dirigirá al parlamento para descubrir si tiene la mayoría necesaria para continuar al mando.
La renuncia
Tras la decisión del Parlamento que le dio la espalda al gobierno del que forma parte, Draghi redactó un comunicado en el que avisó sobre su decisión. “Quiero anunciar que esta noche presentaré mi renuncia en manos del Presidente de la República”, dijo.
Luego añadió: “Las votaciones de hoy en el Parlamento son muy significativas desde el punto de vista político. La mayoría de la unidad nacional que ha apoyado a este gobierno desde su creación se ha ido. El pacto de confianza que subyace a la acción del gobierno ha fracasado”, escribió.
Aseguró que desde su parte hubo un compromiso máximo por continuar sobre el camino común. A su vez explicó que trató de atender las necesidades de las fuerzas políticas. “Como se desprende del debate y la votación de hoy en el Parlamento, este esfuerzo no fue suficiente”, reflexionó.
Esto surgió luego de que Giuseppe Conte, ex jefe de gobierno y actual líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) anunciara que sus senadores no asistirían al voto de confianza convocado por Draghi. Todo esto pese a las advertencias del primer ministro, que dijo que no continuaría si no lo acompañaban.
Esta negativa de Conte responde al rechazo del decreto-ley propuesto por Draghi. Este decreto promovía medidas para asistir a familias y empresas frente a la inflación, pero incluía también la construcción de un incinerador de basura para Roma. Esta determinación va en contra de los ideales del M5S, que lo consideran costoso, contaminante, ineficiente y obsoleto.
Momento político
Pese a que renunció, la salida de Draghi como primer ministro italiano sigue estando en duda. Sin embargo, de producirse se daría justo en medio de la ruptura del M5E, al que muchos de sus parlamentarios dejaron tras las elecciones de 2018 en las que se impusieron. Un ejemplo es el actual ministro de Relaciones Exteriores, Luigi Di Maio, que fundó su propio partido para las próximas legislativas.
De no formarse antes otro Ejecutivo, la caída del gobierno de Draghi podría desencadenar elecciones anticipadas. Esto en medio de una inflación en aumento y reformas pendientes exigidas por la Unión Europea en el marco de un plan de recuperación.
Toda esta incertidumbre generó el cierre de la Bolsa de Milán a la baja con su índice selectivo FTSE MIB un 3,44% más bajo. Estos son mínimos similares a los de noviembre de 2020.