Un hombre condenado por abuso sexual con acceso carnal, se fugó este martes del Hospital Escuela de Salud Mental, donde se encontraba recibiendo atención médica. Según se informó, se trata de Jonathan Silvestre Valenzuela, quien en 2020 atacó a su pareja con un palo de amasar y, producto de los golpes, la dejó varios días en cama. En aquel momento, los investigadores encontraron una carta en la cual el atacante dejaba sentado que su intención era acabar con la vida de la mujer.
Valenzuela estaba cumpliendo una condena de ocho años, que fue impuesta por el Juzgado de Ejecución de Penas de Paraná. Se encontraba alojado en la Unidad Penal Nº7 de Gualeguay. Desde ese lugar fue derivado al Hospital Escuela de Salud Mental de Paraná para que reciba a un tratamiento psiquiátrico. Según detallaron en el informe, el interno tenía que realizar un tratamiento psiquiátrico profundo ordenado por la jueza de ejecución de penas. La doctora Cecilia Bértora dispuso que el interno sea evaluado, realice el tratamiento y luego, cuando se considerara que estaba en condiciones de ser dado de alta, regresara a Gualeguay.
Cómo escapó
En ese marco, Valenzuela estuvo cinco días internado en el Hospital Escuela y luego se fugó. El interno estaba en una habitación que no es la que habitualmente se destina para los internos que están bajo custodia de seguridad.
Además, Según lo establecen los protocolos médicos, en el Hospital de Salud Mental la Policía no puede aplicar ninguna medida de sujeción como esposar al interno.
Aprovechando esas condiciones, el martes a la noche Valenzuela salió corriendo. La custodia lo vio e intentó alcanzarlo, pero el hombre logró evadirlo y se fue por la parte de atrás del Hospital. Una comisión de la Unidad Penal Nº1 fue hasta el domicilio que había fijado, pero no estaba.
El hecho
A mediados de junio de 2020 una mujer de Paraná fue rescatada de la violencia de su pareja que planeaba asesinarla. El agresor la había atacado con un palo de amasar y, producto de los golpes, la dejó varios días en cama. La víctima estaba amenazada de muerte. Incluso hallaron una carta en la cual el atacante dejaba sentado que su intención era acabar con la vida de la mujer.
En aquel momento sus familiares lograron sacarla del domicilio junto a sus hijos. El acusado permaneció prófugo dos días, hasta que lograron capturarlo. Luego fue condenado por abuso sexual con acceso carnal.