En medio de la consternación por el femicidio de María Alejandra Abbondanza, la mujer de 38 años cuyo cuerpo se encontró descuartizado y quemado en una vivienda de Campana, su expareja y papá de su hija, brindó un desgarrador testimonio después del crimen.
Francisco, habló en exclusivo y contó que anoche buscó sin cesar a la víctima fatal: “La búsqueda empezó a las 23 cuando fui a buscar a mi nena (Malena) a la casa de su novio y le avisamos a la pareja de Alejandra, Cape, y su hermana. Empezamos a buscar casa por casa. Sabíamos que estaba por esta cuadra porque el perro no camina mucho y muy lejos no camina”.
Consultado por la relación que podría llegar a tener Alejandra con el presunto asesino, el hombre dijo que “ellos no tenían relación”. “No mató a una persona, destruyó a una familia completa. Los ojos de Alejandra eran Male y los ojos de Male es Alejandra. No puedo relacionar la necesidad de hacer lo que hizo”, se lamentó Francisco.
Alejandra fue vista por última vez este viernes pasado a las 17.30 cuando salió a pasear con su perro. Una cámara de seguridad captó el momento en que, mientras caminaba tranquilamente, se encontró con Agustín Chiminelli, uno de los detenidos, lo saludó e ingresó a la vivienda del hombre, a menos de 100 metros de su hogar.
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Durante la búsqueda en la madrugada la expareja de la mujer contó que fueron hasta Plaza Italia porque reconoció la remera fucsia y se encontraron a Chiminelli: “Cuando llego este pibe estaba en la puerta, pero no sospeché nunca. Cuando volvimos al departamento seguimos buscando, y en ese momento, no sé si lo hizo para despistar, pero aparece de la nada Pocho (el perro), que tenía sangre por todo el cuerpo, en la pata, el lomo”.