Silvina Luna, reconocida mediática en Argentina, publicó un fuerte video en el que se refiere a quienes escriben mensajes con críticas en las redes sociales. Todo comenzó con la publicación de un reel en su cuenta personal de Instagram en el que mostraba el antes y después de su rostro con maquillaje. En esa publicación recibió mensajes que ella consideró que merecían una respuesta en video.
Es así que este sábado por la mañana publicó un video de poco más de dos minutos en el que habló directamente con quienes la siguen en redes sociales.
“Esta soy yo, sin maquillajes, sin filtros, sin botox, sin rellenos”, comenzó diciendo y explicó que hace años que no realiza esos tratamientos estéticos, aunque considera que es una charla para otro momento.
Posteriormente indicó que a partir del reel en el que recibió mensajes en tono de burla o crueles, decidió grabar una respuesta. “Yo por ahí estoy más curtida, pero hay muchas chicas -adolescentes o no- que con un mensaje tan dañino la pueden matar”, acusó.
Explicó también que esa misma fuerza tienen los mensajes positivos, dando a entender que el uso de las redes sociales debe tomarse en serio.
Enumeró luego las críticas que recibe sobre su rostro y explicó: “Pasaron los años. Tengo 42 años, quizás se quedaron con una imagen de una chica de 20, 22 años, pero pasó la vida”, dijo.
Luego agregó: “Justamente la enseñanza que tuve fue que buscando mi valía en lo exterior tomé una decisión de la que hoy me hago cargo de las consecuencias de pie, firme”. Esto último se refiere a la mala praxis realizada por el doctor Aníbal Lotocky. Esta aplicación derivó en una intoxicación de metacrilato que ingresó en su torrente sanguíneo y le causó un cuadro crónico de exceso de calcio en la sangre e insuficiencia renal.
“Me encantaría regalarles que puedan mirarse interiormente y darse cuenta de que la valía no está en si tenés la cara más redonda, si estás más gorda o más flaco. No se opina de los cuerpos; no se opina del cuerpo de otro, de la cara de otro, de la ropa de otro”, agregó.
Para finalizar, dijo: “A veces siento compasión por la gente que escribe esas cosas porque digo, ‘¿Qué proyectan en uno que les saca lo peor? La ira, la envidia, la bronca. Compasión por esa gente y ojalá en algún momento tengan esa posibilidad de apertura y de cambio, de evolución. Que puedan ver las cosas de otra manera”.