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Un preso se tragó una tijera y una bombilla pidiendo libertad

Un preso tomó la drástica decisión de tragarse una bombilla y una tijera a modo de reclamo. Pide por la libertad asistida tras seis años de prisión.

Un preso del penal de Chimbas, en San Juan, se tragó una tijera y una bombilla en reclamo por su libertad. Actualmente el hombre transita su sexto año de encierro y pide abiertamente por la libertad asistida que no le fue otorgada.

Debido a su accionar debió ser internado para controles médicos, aunque todavía no lo intervinieron quirúrgicamente. Pese a lo peligroso de su decisión, el preso sanjuanino tiene buen estado de salud y permanece en la enfermería del penal. Todavía deben definir cómo seguirá su situación.

Historia

El interno que tomó la peligrosa decisión es Martín Nicolás Pérez, que cumple seis años de prisión tras ser condenado por el delito de robo agravado. Pérez cometió un asalto en mayo de 2017 en la localidad de Rawson, San Juan. Actualmente estaba alojado en el Pabellón 1 del Sector I del Servicio Penitenciario Provincial.

En 2020, Pérez obtuvo los permisos de salidas transitorias, pero en agosto de ese año no volvió a la cárcel y lo declararon prófugo. El 4 de octubre lo capturaron nuevamente luego de cometer otro delito.

En reclamo de libertad, un preso se tragó una tijera y una bombilla. Lo hospitalizaron y lo operarán en breve.
Martín Pérez, el preso que se tragó la bombilla y la tijera (foto: Vía País).

Pérez tenía siete meses por delante para cumplir con su condena, razón por la que pidió que le otorguen la libertad asistida. Este es un trámite de largo proceso administrativo y tiene la contra de no contar con un buen concepto, motivo por el que no prosperó. Aparentemente eso habría hecho que Pérez entre en desesperación el martes y tome la drástica decisión.

Estando preso se tragó una tijera y una bombilla pidiendo por su libertad. Esta situación fue informada a los penitenciaros recién el miércoles por la noche. Pérez pidió asistencia médica porque sentía dolores y luego confesó qué es lo que había hecho.

Los uniformados lo trasladaron a la enfermería y por medio de radiografías constataron que no había mentido. Los estudios revelaron que la tijera se encuentra en su colon sigmoides (a la altura de la pelvis); mientras que la bombilla se encuentra alojada en su estómago. Por el momento no sufrió daños, ni lesiones en los órganos vitales, pero se estima que lo intervendrán quirúrgicamente.

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