Este martes se produjo un importante sismo en Filipinas que dejó como resultado cinco muertos y más de un centenar de heridos. El terremoto alcanzó el grado 7 en la escala de Richter y su epicentro estuvo en el norte filipino, aunque se llegó a sentir en Manila, capital del país, a 300 kilómetros.
El sismo se produjo a poca profundidad y su foco estuvo puesto en la provincia montañosa de Abra, en la isla principal de Luzón. Este hecho se produjo a las 8.43 del miércoles filipino (21.43 del martes en Argentina), según el servicio geológico estadounidense.
Con el paso de las horas se confirmaron pérdidas humanas y edilicias. El sismo en Filipinas no sólo dañó a los edificios de las ciudades afectadas, sino que también provocó cinco muertes y más de cien personas heridas.
En el repaso de los fallecidos, dos trabajadores de la construcción murieron en la provincia de Benguet; mientras que una mujer de 23 falleció aplastada tras la caída de un muro en el municipio de Bangued (Abra), donde además hay 78 heridos confirmados. Por otra parte, hubo un fallecido más tras caerse de una obra en la región Kalinga (seis trabajadores resultaron heridos). También murió una anciana en el municipio de Suyo, en la provincia Ilocos Sur, tras ser sepultada mientras caminaba por un desplazamiento de tierra.
Edwin Sergio, mayor policial de la ciudad de Dolores, explicó que las personas salieron corriendo de los edificios al sentir el movimiento. Además observó cómo los ventanales de un supermercado se quebraron. “El sismo fue muy fuerte”, declaró Sergio, que añadió que la comisaría también quedó con grietas.
Entre las imágenes más impactantes compartidas en redes sociales aparecen las relacionadas a Vigán, en la provincia Ilocos Sur. Allí, importantes edificios del periodo colonial español (1565-1898) sufrieron daños.
Entre ellos estuvo el histórico campanario de Bantay, reconocida atracción turística. Un video muestra como hay trozos de la edificación que se desprenden y precipitan hacia el suelo.
Este es uno de los sismos más fuertes sufridos por el país en años. El último de magnitud similar se produjo en octubre de 2013. En esa ocasión, un sismo de 7,1 en la isla de Bohol causó 200 muertos en Filipinas. Además, otras 400.000 se debieron desplazar.