Fabián Améndola, uno de los abogados que representa a los padres de Fernando Báez Sosa, se refirió este viernes a los pedidos de disculpas que hicieron los rugbiers al pronunciar sus últimas palabras. «Los ocho dijeron lo mismo, fue más que nada un pedido de clemencia al Tribunal», afirmó.
Luego de tres semanas de audiencias en las que declararon testigos, peritos y acusados, el juicio llegó al último tramo. El miércoles la fiscalía y la querella hicieron sus alegatos y pidieron que los rugbiers sean condenados a prisión perpetua; mientras que el jueves la defensa pidió la absolución de todos los acusados o que sean juzgados por el delito de «homicidio en riña», que prevé una pena máxima de seis años de prisión.
Tras la finalización de los alegatos de las palabras finales de los ocho rugbiers imputados, el Tribunal de Dolores dispuso que “el veredicto o la eventual sentencia va a ser leída el lunes 6 de febrero a partir de las 13 horas”.
El doctor Améndola consideró que todos los imputados «tienen que terminar todos de la misma manera», con una condena a prisión perpetua «y es eso lo que pedimos».
En este sentido, en declaraciones a radio La Red remarcó que los imputados «se llevaron una vida como trofeo». Y agregó: «Lo molieron a golpes y a patadas hasta asegurarse que lo dejaron sin vida».
Qué contempla el Código Penal
En caso de que los jueces del Tribunal de Dolores hagan lugar a esas solicitudes ¿cuántos años contempla la ley argentina para esta condena?
El Código Penal, en su artículo 13, establece que la reclusión o prisión perpetua tiene un máximo de 35 años de condena. Aunque también advierte que no es en sí una perpetuidad, ya que el condenado podría salir en libertad condicional.
Este tipo de penas se aplica con delitos como homicidio agravado, abuso sexual que resultara en la muerte de la víctima, desaparición forzada de personas, torturas que terminaran en muerte y traición a la patria.
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