“A mi padre casi lo matan, fue un intento de homicidio y ya están libres”, apuntó Anahí Pereyro, hija del jubilado de 67 años que fuera golpeado y asaltado en la vivienda de Perón y Doello Jurado, en Gualeguaychú, en los primeros días del año.
La joven contó que el día del hecho de inseguridad, a ella le informaron que su padre había sufrido un accidente. “Pero no era un accidente normal, se encontró mucha sangre y una piedra de afilar cuchillos partida a la mitad. Yo revisé toda la casa y la parte de abajo estaba desordenada”, rememoró en diálogo.
“Mi papá pudo salir a pedir ayuda, pero cuando abrió la puerta del garaje se cayó y un vecino lo encontró; pudo decirle el número de mi hermano y se comunicaron con él”, repasó la mujer.
De acuerdo al relato de la hija del jubilado, cuando llegó de trabajar, entró a la casa y lo sorprendieron de atrás; le pegaron tres veces para que él se desvaneciera y, aunque lo vieron en el piso, le siguieron pegando. La puerta no estaba forzada y después reconoció en Facebook a la pareja de su empleada cuando su hija le mostró la foto, publicó Radio Máxima.
Iban a despedir a la empleada doméstica
La empleada doméstica es la única persona que entraba en la casa del hombre, y el martes era el día que le tocaba trabajar; hace años trabajaba con él.
En este sentido, la hija de la víctima del asalto, contó: “Él siempre le daba dinero cuando ella necesitaba y la mujer se lo devolvía con trabajo y algunas veces no; incluso les compro tablets a los hijos de ella, porque sabía que no podía. Y nosotros, sus hijos, le decíamos que no le diera más. Y las últimas veces que le pedía plata le dijo que no”.
En conversación con otra persona que tenía a esta mujer como empleada, la joven se enteró que había renunciado porque se iba a ir a Misiones con su pareja. “Ella es tan culpable como las personas que casi mataron a mi papá. Un golpe más y lo matan, no saben lo que fue entrar y ver sangre por todos lados”, recordó.
En tanto, a Anahí llamó la atención que hacía un mes a su padre le había faltado dinero. “Desde ese momento, a veces venía y otras no. Estábamos hablando con un abogado para indemnizarla y resolver el problema; esto fue el viernes y los hechos ocurren el martes”, comentó al respecto.
La empleada no tenía llave, su empleador le abría la puerta y ella cuando terminaba cerraba la puerta, porque es de esas que no se pueden abrir del lado de afuera.
En la actualidad, los sospechosos por el violento asalto tienen una perimetral de 500 metros de la casa de la víctima y de su persona.
Leé también: https://entremediosweb.com/fuerte-tension-en-brasil-bolsonaristas-llaman-a-retomar-el-poder
“Deseo que esto no vuelva a pasar. Yo fui a la Fiesta del Pescado y el Vino, y tenía miedo de cruzarme a esta persona. Están libres, la investigación va a seguir, pero no los pueden tener encerrados”, explicó y confirmó que su padre, “de a poquito, está saliendo adelante”.