Francesca y Donatella son hermanas, tienen 8 y 5 años respectivamente y viven en Avenida Jorge Newbery, en la zona este de Paraná. Desde hace un par de semanas, con el aislamiento obligatorio y la suspensión del ciclo lectivo, su vida ha cambiado como la de la mayoría de las personas.
Encerradas en su casa, se entretienen jugando entre ellas y, desde hace unas semanas, asistiendo también a los policías que trabajan frente a su casa. Los uniformados que controlan el tránsito se han convertido en sus nuevos amigos, con los que interactúan a través de las rejas de la casa.
“Desde que están acá los agentes de la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria), los acompañan, les hacen dibujitos, charlan con ellos, y en estos días más fríos les preparan café con leche y mate cocido”, explicó Gisela, la mamá de las nenas.
“Les hicimos un regalito con una tarjeta y un bombón. Y les pusimos un dibujito para darles las gracias”, contó Francesca, la hermana mayor y la más habladora de las dos. “Es una manera de colaborar y reconocer el trabajo que ellos hacen por cuidarnos”, agregó la mamá, que acompaña la iniciativa de las nenas.
