Es tal el daño que provoca la falta de agua que las precipitaciones del jueves, que alcanzan para poco, se festejaron como un campeonato mundial. El sector se encuentra muy perjudicado por la sequía y algunos productores aseguran «si no se acomoda la situación, el invierno nos dará el nocaut».
El festejo de un trabajador rural debajo de la lluvia se viralizó y porque la lluvia se ha convertido una luz de esperanza para este sector. Se lo ve saltar, levantar los brazos y hasta revolcarse en un charco de agua, casi como si fuera el festejo de un campeonato mundial.
Se estima que en el campo en el que estaba, en la zona de Oliveros, cayeron unos 50 milímetros durante unas horas.
El trabajador dijo que hacía unos 9 meses que no se veía una lluvia como la de ayer y que ahora espera poder sembrar el maíz de segunda, aunque advierte que haría falta más agua, algo sobre lo que los pronósticos meteorológicos no dan esperanzas, al menos para enero.
“Con la sequía que hay se estaba muriendo toda la cosecha.» finalizó celebrando la lluvia.
Pérdidas por la sequía
La Guía Estratégica para el Agro (GEA) ya reportó la pérdida del 40% del cultivo sembrado en forma temprana en la región núcleo. “Son 80.000 hectáreas que dejarán 1.500 u$s/ha de pérdidas en campo alquilado y 780 u$s/ha en propio”, señalaron desde el servicio de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario. En maíz tardío, resta sembrar un 12% pero en las últimas tandas, por el atraso, ya se estiman mermas de un 30% y pérdidas de casi 350 u$s/ha para campos alquilados.
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GEA proyectó además una cosecha de soja de 37 millones de toneladas, un 13% menos que en la última campaña. Un problema que puede condicionar a toda la economía argentina.