Una situación curiosa se vivió esta mañana cuando Javier Milei se dirigía a la Quinta de Olivos para desayunar con el presidente Alberto Fernández.
Cuando el auto en el que se trasladaba se detuvo por el semáforo en rojo, el presidente electo decidió romper el protocolo de su custodia para descender del mismo y saludar a un grupo de chicos que viajaba en un micro escolar.
Milei abrió la puerta de acompañante, bajó del auto y saludó con la mano a los alumnos que le gritaban y pedían “una foto”, mientras de fondo se escuchaban bocinazos y se observan a otros vehículos que también detenían su marcha.
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